sábado, 14 de abril de 2012

Con estrella se nace, no se hace.

Algunos dicen que es necesario haber nacido para triunfar. Cuanto más lo pienso, más de acuerdo estoy. La decepción de no pertenecer a los elegidos la he superado hace mucho tiempo, pero no me siento capaz de soportar otra derrota. Si logro triunfar al final no estaré allí. Eso está más que claro. No se requirió mi presencia en la final, los actores serán otros. Ellos tratarán con todas sus fuerzas de alcanzar mi meta. 
Pronto llegará la final. Mi papel habrá terminado, entonces podré irme. En resumen: solo habrá ganadores y perdedores. No importa quiénes sean los primeros. En definitiva son los perdedores los que importan y rezo porque sean aquellos que lo merecen.


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